Semilla
I
En la portada del Tiro Federal hay un cartelón que dice: Aquí se aprende a servir a la Patria. Debería decir: Escuela de asesinos.
II
El hombre que se ejercita en el tiro al blanco es de hecho un criminal refinado. Tarde o temprano revelará sus aptitudes.
III
Todos saben y ninguno parece comprender que un fusil no sirve para otra cosa que para matar.
IV
Tú, nunca te has atrevido a aplastar a una mosca: un día te ponen un fusil en la mano y matas sin mirar...
Cuando vuelvas a tu casa, asesino, ¿te atreverás a besar a tu mujer y a tus hijos y los mirarás cara a cara?
V
Y una razón práctica: el arma puede servir para algo más noble que para defender los intereses de la sociedad capitalista.
VI
Cuando no haya más remedio que empuñar un fusil, lo mejor será que lo volvamos contra quienes nos mandan.
VII
Nada hay tan terriblemente salvaje, dentro de esta pretendida civilización, como esos hombres que se entregan al estudio y aprendizajes guerreros.
VIII
El militar- salvaje profesional de las guerras- es indigno de vivir en la sociedad de los hombres.
IX
Cuando menos nombres de militares haya en la historia de un país, más dirá a favor de su cultura.
X
Hay comisiones de Damas de la Cruz Roja, de la Cruz Verde, y de todas las cruces u de todos los corazones, empezando por el sagrado Corazón de Jesús; hay comisiones protectoras de árboles, de perros, de boy-scouts, de la ciudad, etc.; pero una comisión de madres contra el militarismo y contra la guerra es cosa que no se les ha ocurrido a las mujeres.
XI
Para demostrar que sigue amando a los niños, como Jesús, a la Iglesia no se la ha ocurrido otra cosa que vestirlos de boy scouts e instituirlos en las prácticas militares.
XII
Esos pobres chicos no son culpables. Siempre un tambor ha enardecido la imaginación de un niño. Pero, ¿y las madres de esos niños, son madres?
XIII
Madre: ¿pero es que tu hijo, el tuyo, entiendes, se ha de pudrir algún día en el barro y en la sangre y ha de sucumbir destrozado y no has de ser capaz de salir a la calle, como una leona, a defender la carne de tu carne?
XIV
Si para algo sirve mi palabra, yo digo que debemos prepararnos para resistir las guerras. Hay que hacer el vacío a la casta militar mil veces maldita; hasta extirparla. Y hay que sembrar la simiente de la rebeldía. Y el día que la guerra llegue va encontrar en nosotros un pueblo que- guerra por guerra- sabrá a donde dirigir las bocas de los fusiles.
LEONIDAS BARLETTA
Seed
I
On the doorway of the "Tiro Federal" there is a sign that says: Learn to serve the Fatherland here. It should actually say: School for assasins.
II
The man who gets excited at the shooting range is a refined criminal. Sooner or later he will reveal his abilities.
III
Everybody knows and nobody seems to understand that a firearm isn't useful for anything other than killing.
IV
You, having never dared to kill a fly: one day they put a gun in your hands and you kill without looking...
When you return home, will you dare to look at your wife and children in the eyes?
V
And one practical reason: arms can be used for something more noble than to defend the interests of capitalist society.
VI
When you have no choice but to grasp a firearm, the best thing to do would be to turn it on those who are sending us.
VII
There is nothing more terribly savage, in this supposed civilization, than the men who dedicate themselves to studying the craft of war.
VIII
The military man- professional savage of war- is unworthy of living in a society of men.
IX
When less are the names of military men in the history of a country, there is more to say in favor of its culture.
X
There are commissions of Women of the Red Cross, of the Green Cross, and of all the crosses and of all the hearts, starting with the sacred Heart of Jesus; there are commissions that protect trees, dogs, boy-scouts, the city, etc.; but it has never occurred to women to create a commission of mothers against militarism and against war.
XI
To show that it still loves its children, like Jesus, the Church has never thought of anything else than to dress them up like boy scouts and institute them in military practices.
XII
Those poor kids aren't to blame. The sound of a drum has always inflamed the imagination of a child. But, what about the mothers of those children, are they really mothers?
XIII
Mother: but your child, yours, understand, will one day rot in the mud and in the blood and will surrender, destroyed, and you are not willing to go out on the street, like a lioness, to defend the meat of your meat?
XIV
If my word is worth anything, I say that we should prepare to resist war. We have to make the emptiness in the military caste a thousand times more damned; until extirpating it. And we must plant the seeds of rebellion. And the day that war arrives, it will find in us a people that- war by war- will know where to aim the barrel of the gun.
LEONIDAS BARLETTA
|