The following periodical appears in Anarchy Archives thanks to FLA, the Federacion Libertaria Argentina and their project, Biblioteca-Archivo de Estudios Libertarios.
<--Previous Up Next-->
|
AÑo 1
|
Punta Alta-Bahia Blanca, Agosto De 1928
|
No. 3
|
Número suelto 0.20$ Semestre......1.20 |
IMPULSO
|
Revusta Mensual ===============
|
EDITADA POR EL CENTRO "LIBERTAD" AGRUPACIÓN CONTRA EL FASCISMO Y EL IMPERIALISMO
|
CUADROS DE LA GUERRA
----------
Estas descripciones fragmentarias, pálido reflejo del conjunto, han sido extraídas de la obra <EL FUEGO> de Henri Barbusse, quien, con su pluma genial supo expresar, como nadie, el sombrío horror de la matanza europea.
----------
TRINCHERAS
He aquí la trinchera. El fondo está tapizado de una capa vistosa, de la que el pie se despega a cada paso con ruido, y huele mal alrededor de cada abrigo, a causa de los orines de la noche. Los agujeros mismos, si se acerca uno al pasar, hieden también como bocas de alcantarilla.
Veo emerger sombras de estos pozos laterales y moverse masas enormes y disformes: especie de osos que patalean y gruñen. Somos nosotros.
Estamos enmitonados, como los habitantes de las regiones árticas. Lanas, mantas, telas de saco nos empaquetan, nos agobian, nos redondean extrañamente. Algunos se desesperezan, vomitan bostezos. Se aperciben rostros rojos o lívidos, con manchones que los cruzan, agujereados por ojos turbios, cruzados de barbas no recortadas o engrosadas por pelos no afeitados.
¡Tae! ¡Tae! ¡Pan! Tiros de fusil; cañoneo. Por encima de nosotros, por todas partes, crepita y rueda el bombardeo en largas ráfagas o en disparos aislados. El sombrío y flamígero huracán no cesa jamás, jamás. Desde hace más de quince meses, desde hace quinientos días, en este lugar del mundo en que estamos, la fusilería y el bombardero no se han detenido de la mañana a la noche, de la noche a la mañana. Está uno enterrado en el fondo de un eterno campo de batalla; pero como el tic-tac del reloj de nuestras casas, en los tiempos de antaño, en el pasado casi legendario, no se oye eso sino cuando se escucha.
RANCHO
Era en un profundo ramal de retaguardia donde, después de una mañana de terraplenamiento, nos habían reunido para comer, Caía una lluvia torrencial; estábamos ahogados y zarandeados por la inundaci´n y comíamos de pie, en fila, sin abrigo, a pleno cielo liquefacto. Era preciso hacer maravillas para preservar la carne y el pan de los chorros que caían de todos los puntos del espacio, y comíamos ocultando lo posible las manos y la cara bajo el capuch´n. El agua chocaba
SCENES OF WAR
-------------------------
These fragmented descriptions, a pale reflection of the collection, have been extracted from the work <EL FUEGO> by Henri Barbusse, who, with his brilliant feather pen has expressed, like no one else, the dark horrors of the fighting in Europe.
-------------------------
TRENCHES
This is the trench. The inside is lined with a disgusting layer, its top skin peeling off with every loud noise, the smell around every shelter reeking of urine from the night before. The holes themselves, if you get near them, also reek like the mouth of a sewer.
I watch shadows emerge from these lateral shafts, enormous, deformed masses of movement: a bear grunting and stomping. That's us.
We are myths, the people of the Arctic. They've packed us wool, blankets, jackets, weighing us down, restricting us. Completely exhausted, someone vomits while yawning. They notice red faces, livid faces, covered in stains, pierced only by turbid eyes above messy beards, below tousled hair.
Bang! Bang! Boom! Gun shots, canon fire. Right on top of us, on all sides, the bombardment crackles, rumbles, in long bursts, in isolated shots. The dark, flaming hurricane never stops, ever. For more than 15 months, 500 days, in this part of the world, the shooting, the bombing, all day and all night, it hasn't stopped. Here, one is buried inside an endless battlefield; but like a clock ticking in a bedroom in the past, in the almost legendary past, it goes unheard unless listened to.
MEALTIME
Far from the front lines, after a morning of digging, we were eating together when a torrential downpour started. We were drenched and shivering from the flood of water. We ate standing up, single file, without our jackets, the sky completely liquefied. Saving the meat and bread from the streams of water coming from everywhere was a miracle. We ate hiding what we could with our hands, our faces under our hoods. The water crashed