anarchy archives

Home

About Us

Contact Us

Other Links

Critics Corner

   
 

The Cynosure

  Michael Bakunin
  William Godwin
  Emma Goldman
  Peter Kropotkin
  Errico Malatesta
  Pierre-Joseph Proudhon
  Max Stirner
  Elisée Reclus
  Murray Bookchin
  Noam Chomsky
  Bright but Lesser Lights
   
  Cold Off The Presses
  Pamphlets
  Periodicals
   
  Anarchist History
  Worldwide Movements
  First International
  Paris Commune
  Haymarket Massacre
  Spanish Civil War
  Art and Anarchy
  Bibliography
  Timeline
   
   
   

High Resolution Version

<--Previous  Up  Next-->

Criminología moderna

Guerra Al Delito! (Cont')

quieran formarse un juicio exacto de la moralidad media de un pueblo y de su indico negativo que es el delito.

Creemos trabajar en esta obra por la ciencia y por la sociedad que, si tiene, la razón jurídica de defender contra toda lesión los derechos individuales y colectivos, tiene también la obligación de suprimir ó estimulantes de la criminalidad.

La Redacción

Dr. Osvaldo Magnasco

Si en el campo de las observaciones sociológicas es un fenómeno constatado el desequilibrio persistente entre el progreso de la legislación y el grado de adelante general de un país.

El problema de la codificación, especialmente en la rama penal, y la organización de las instituciones judiciales que son las grandes columnas de esquilaba social- apenas si ha sido planteado entre nosotros.

Gravitamos aún sobre fuerzas muertas, escuelas y principios calentados para siempre por adelanto científico moderno, de manera pues que el edifielo de nuestra organización jurídica vacila sobre los cimientos de ceniza de aquella calcinación.

La reforma legislativa conforme al estado actual de las ciencias positivas; la reorganización de la enaguaza universitaria sobre bases más sólidas y racionales, dentro del sistema libre y autonómico; el establecimiento del juicio por jurados que es entre nosotros un moroso debito constitucional; el estudio de más eficaces rejimenes penitenciarios; la fundaciós de manícomíos criminales,-- tales son, entre otras, nuestras más premiosas necesidades actuales en esta rams administrativa y enya satisfacción se impone de hoy más.

El problema en vasta y apremiante. Fuera está llamado á resolverlo un espíritu joven y emprendedor en intelectual que deja la estedra universitarias en la Facilidad de derecho para ocupar el Ministerio de Justicia é Instrucción Púldi, y enya molida preparación y practica institucional constituyen la mejor garantía de un facundo y eficacia.

Tal es lo que con fundamente esperamos del nuevo ministro y justo homenaje al hombre que tales condiciones resume, nos haremos un deber en dar á la publicidad no el número inaugural de Criminología Moderna el retrato del Doctor Osvaldo Magnasco, lazando en él el progreso científico que su nombre representa para el país, ya que empeñados como estamos en una obra grande de adelante y propaganda científico, habremos de cooperar también con nuestro grano de al vasto edificio en construcción.

La paz de los ciudadanos

Cuantos se han ocupado del estudio exegético del Código Penal de la República han advertido, sin duda, las deficiencias sensibles que presenta la legislación del delito de " Amenazas y Conmociones " que consagra las sanciones penales de los ataques contra la paz de las personas.

El derecho á la paz sin embargo es el más precioso de todos los derechos. Para los individuos, como para las naciones, la paz es el primero de los beneficios y la más grande de las necesidades. Es el elemento integral del goce completo de todos los demás derechos consagrados por el derecho esencial, - ó natural si así quiere llamársela- y reconocidos y declarados por las cartas constitucionales como otras tantas garantías individuales.

El derecho á la paz individual es, en otras términos, el derecho al goce tranquilo del patrimonio político del ciudadano.

En garantizar y asegurarlo por todos los medios, estriba lo más elevada misión del Estado. Es la que consagra la razón de ser fundamental de su existencia. Sin la garantía de la paz, no es posible afianzar la justicia, el primero de los propósitos consignados en el Preámbulo de la Constitución Nacional.

Hay, pues, una perfecta correspondencia entre el imperio de la justicia y la garantía de la paz individual. Si el derecho solo existe allí donde se observa " el limite necesarlo de las actividades coexistentes- según el concepto experimental de Enrique Ferri, la paz de los ciudadanos solo impera, allí donde el Estado ejerce, esa coacción universal que garantiza la libertad de todos como tan profundamente lo ha observado Kant. Paz y Justicia pues, unidas inseparablemente, constituyen á justo título, el anhelo supremo de todos y cada uno.

Y estos trascendentales objetivos revistan de suyo tal importancia como linees promediarles de la misión del Estado, que no puede el limitarse a afianzar la paz debe ir aún más allá: debe garantizar á todos el concepto de su inviolabilidad


p6

ANARCHY ARCHIVES

[Home]               [About Us]               [Contact Us]               [Other Links]               [Critics Corner]